lunes, 21 de noviembre de 2011

Tuyu, tuyu...japi berdei tuyu


Un año mas, un año mas viejo, un año mas sabio, un año en el que en la víspera afloran las sensaciones de siempre, un proceso que, al igual que la Luna, se repite con todas sus fases: cuando arranca el mes, la pregunta familiar incómoda: “que vas a hacer para tu cumple??”. Después, una semana antes del día señalado empieza la ebullición interna, el malestar, la angustia, la ansiedad, las palpitaciones, el desgano para organizar y la escasez de ideas. Sin embargo, llegado el día, euforia, felicidad, ansiedad (nuevamente), llamados telefónicos, saludos de facebook y mensajes de texto, todas variables explicativas de un modelo, que aumentan exponencialmente la variable explicada, la Y, denominada “ganas de festejar”, a medida que se suceden. Claro, para esa altura no organice absolutamente nada e improviso una reunión armada con llamados de ultima hora, comida delivery, poco espacio y lamentaciones porque de los que llamé, la mayoría ya estaban comprometidos para esa noche. A pesar de todo, asisten los mismos 10/15 de siempre, los mas cercanos, los que están llueva o truene, los que aprendieron a leer y escribir conmigo (aunque algunos todavía usen indistintamente la b y la v), en definitiva, con los que mejor la paso. Al día siguiente, me despierto contento, descubriendo que la pase muy bien pero con el sinsabor de que, de haber organizado con tiempo podría haberlo pasado mejor e invitado a más gente. El año que viene…juro.
Este año 2011, el proceso se manifestó exactamente igual que siempre, prometiendo repetir todas sus fases, como en una gripe, no obstante la pregunta indiscreta de comienzos de noviembre hizo sonar una alarma interna, primer llamado para el vuelo de las 21:30 hs del 19/11. Enquilombado con la facultad (si ponia laburo no me iban a creer) no le di mucha importancia y seguí con la rutina. El lunes 14 comenzó la segunda fase, la sensación rara afloraba y las burbujas de ansiedad y angustia rompían su primer hervor. Apague la hornalla, inhalé fuerte y me dispuse a planificar mi cumpleaños. Ya lo se, 6 días de anticipación no es un gran lapso de tiempo y menos si se trata de organizar un evento para 50 personas, pero a mi me parecían una eternidad, como el par de horas entre pucho y pucho del adicto al cigarrillo.

Me armé de coraje y salí a hacer las compras, odio ir al supermercado. La polaca, compañera incansable de todas mis aventuras y desventuras, me ayudo con la organización y cocino un par de cosas. Mis viejos como siempre, se desvivieron por mi bienestar, me prestaron su casa y me regalaron toda su ansiedad en formato de llamados telefónicos con propuestas voluntariosas disímiles donde abundaba el trabajo forzoso. Gus, mi hermano, me regaló una pata de cerdo la cual me ayudó a filetear y servir y Meche, su mujer, me preparó una exquisita tarta de manzana que luego se olvidó en la heladera de su casa.

La lluvia del sábado por la tarde me jugó una mala pasada y pulverizó el laburo de más de dos horas del viernes, cuando habíamos preparado todo para festejar afuera. Acomodamos todo como pudimos en el diez por ciento del tiempo del día anterior. Enseguida, empezaron a llegar los invitados, se acomodaron en el living y tímidamente se dispusieron a comer, tomar y charlar. A partir de allí me relaje y en adelante disfrute de mi fiesta, maximizando la ecuación de mi modelo. Inclusive me anime a improvisar unas palabras antes del “cumpleaños feliz” y de soplar las velitas con mis sobrinos.

Es por ello, que lo que sigue son palabras de agradecimiento en mi cumpleaños numero 23… eh, digo 32, para todos los que lo hicieron posible. A tales fines, me tome el atrevimiento de agruparlos en categorías:

1) los presentes: gracias por su presencia, valga la redundancia,  por ponerle onda, gracias por los regalos y por quedarse hasta bien entrado el domingo. Gracias gordo Camino que viniste desde Haedo.

2) los ausentes: una pena que no pudieron venir, me hubiese gustado que estén. Muchas gracias por los saludos, pensé en ustedes durante el cumple.

3) Gastón Gabriel alias el “Toro”: sos tan grande, magnánimo, que no pude incluirte en una categoría junto a otros. Hubiese sido una falta de respeto hacia tu persona. Vos, SOS una categoría. Si los ausentes estuvieron de a ratos en mi pensamiento el sábado, vos estuviste toda la noche, del comienzo al final de la misma. Inclusive, te las ingeniaste para colarte en mis pensamientos ayer domingo, después que me levanté. Me ilusionaste con tu mail del sábado: “... Voy con Pili y Lau ...abrazoooo, G.G.D.B., Sat, 19 Nov 2011 11:06:26 -0300", fuiste tema de conversación durante la reunión (lo lograste una vez más), preocupaste a los invitados (todos preguntaban por vos). Quería que vinieras, pero en un momento de la noche, luego de soplar las velitas y disponerme a comer mi porción de pastel de cumpleaños mi mente hizo un clic y se iluminó…reflexioné y desee: “por favor que no venga, si viene, su presencia lo haría mundano, terrenal, al alcance de los simples mortales, uno mas de los que integramos esta reunión, el Superman de Superman II que renuncia a sus poderes por el amor de Luisa Lane, muy romántico, pero triste y decadente a la vez...desilusionador”. Tuve miedo, como aquel chico que se entera justo en la víspera de navidad que papa noel son los padres, que el pasto y el agua juntados para los camellos en la noche del 5 de enero, los tira al carajo tu viejo que se levanta en calzones trasnochado y rascándose el culo en la madrugada del 6. Pero por suerte, no rompiste el hechizo, mantuviste el halo de misterio que envuelve a tu persona. Jinete de la bruma, el misterio y la confusión, cabalgaste una vez más en tu última cruzada, al frente de nuestro escuadrón, alimentando la leyenda. Simplemente gracias maestro!!!!

Voy concluyendo el relato contándoles que la pase espectacular, me divertí muchísimo, hable con todo el mundo, comí poco y tome mucho, me reí a carcajadas, llore de la risa, en conclusión: me hicieron muy feliz!!!

Finalmente, cumplo con el deber de renovar mi juramento de cada año, el del día posterior a mi cumpleaños, el que cierra la última fase del proceso, pero esta vez sabiendo que la felicidad plena y la alegría de la planificación, le ganaron la pulseada al sinsabor de la improvisación.

Por, Jorge A. Pérez Villar (The Boy)

Lo escribi especialmente para vos, Agus, no queria fallarte. Gracias por tenerme en cuenta en los primeros pasos de este lindo proyecto que armaste.
Ojala enriquezca tu blog.
Es lo primero que escribo en mi vida, nunca antes habia escrito, 
Espero te guste,  
abrazo grande
 
Che, acabo de leer el texto, me encanto, eso era lo que buscaba, que me muestres tu corazon. Mil gracias amigo, en serio.
Abrazo, te paso el link, ya esta publicado  http://todossomosescritoresas.blogspot.com/

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