Y en cada hora, cada momento de la vida
Se pueden ver los recuerdos futuros construyéndose
En cada médano de verano se aparecen
Las huellas de nuestros cuerpos vivos
Vagos humos del pasado que se quedan quietos en el tiempo para siempre
Los recuerdos se revuelcan, se entrecruzan, se confunden, se matan por sobrevivir
Cielo azul, cielo rosa y cielo negro, así de quieto se sucede todo
Vemos gente joven y gente vieja, pero nunca vemos envejecer...(nota el filósofo)
Se vuelven sobre nosotros ahora los caminos no tomados, libremente.
Nos miran, y el pasar de nuestros torpes pies, nos revelan lo imposible:
Volver el tiempo atrás, ser mejores de lo que hemos sido
Aterrizar en otros mundos para remediarlo todo
Se multiplican los cuerpos en la estupidez de los espejos
Y nos quedamos solos como extraños sin sentido
Que,como el mar, siempre estamos empezando
El devenir del tiempo, mis paraísos perdidos, muestro cuerpo malherido
La nostalgia de saberte imposible
El olor de tu cabeza al viento, pelo rubio de verdad.
Por Agustín A. Sastre