jueves, 5 de abril de 2012

No te pongas bravo poeta




La vida paga sus cuentas con tu sangre 
y tú sigues creyendo que eres un ruiseñor. 

Cógele el cuello de una vez, desnúdala, 
túmbala y haz en ella tu pelea de fuego, 
rellénale la tripa majestuosa, préñala, 
ponla a parir cien años por el corazón. 

Pero con lindo modo, hermano, 
con un gesto 
propicio para la melancolía.

Roque Dalton



Pero es tu soledad la que puebla mis noches,
quien no me deja solo, a punto de morir.
Somos de tal manera multitud silenciosa...


Visto en Miradas de la Patria Grande http://memoriadelfueg0.blogspot.com.ar/