Verte dormida, Alicia, en el umbral de la mañana,
Serena y quieta, asi te veo.
Te siento esencial, como el agua,
Y no me sorprende confesarme que vivo por vos
Sin embargo, mientras dejo correr mi mano por tus hombros
Reparo en la paradoja de vivir para vos , como vivo.
Sos, al fin, principio y consecuencia
Naturaleza extraña de esa nena dulce que, aún, duerme a mi lado.
Por mi Tio, Alberto Stefanizzi ( Poema cuyo texto original se puede ver en la Casa- Restaurante LA ALICIA de Villa Elisa, sin dudas un lugar hecho con amor)
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